Dos barcos esperando el desguace bajo un cielo de plomo y al lado unos muros vulgares con grafitis que contrastan con la dignidad de la muerte anunciada; dos casetas industriales con dos depósitos elevados en una madrugada inquietante, ambos mantenidos a distancia del suelo, preservándose de extrañas amenazas; el Deba gris reflejando ramas secas, dos grupos de árboles invernales, casi sin vida; un remanso que para nada sugiere bañarse ahí, y dónde parece difícil pescar algo. Un escaparate de luces azules, a penas más brillante que el frío de la soledad azul de la ciudad; no hay gente, hace frío, está todo mojado: también en la Plaza San Martín, también en el kiosko cerrado que evoca aquellas pistas de hielo nórdicas. Hablas de soledad y muerte, de silencio y frío, de puertas cerradas sin gente, pero sobre todo de la humedad y el agua. La evocación principal que me produce es la humedad fría: rodea los barcos en la ría, envuelve el aire de los depósitos y quizás también está dentro de ellos; es el agua del Deba y está adherida a las calles mojadas de Bergara que reflejan los edificios donde no se ve la gente... En fin, Ricardo, con eso que enseñas quizás tu ciudad no te nombre hijo predilecto, quizás no ayudas al turismo (aunque eso nunca se sabe)... pero sin duda consigues dotar de suspense y de grandeza metafísica lo cotidiano. Sospecho que tus temas son electivos casi al 100% y si un día te da por ponerte florido u optimista, seguro que al lado de casa también debes tener paisajes naturales como para caer de culo... Un abrazo y como dice aquél, "keep painting"!
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Tu paleta siempre elegante, tus acuarelas llenas de atmósfera. Te felicito. Un abrazo
ResponderEliminarMaravillosa. Se me ocurre el frío que debe pasar el laborioso quiosquero en su interior con la gélida estampa que muestras con exquisita habilidad.
ResponderEliminarQue preciosidad de acuarela. Felicidades
ResponderEliminarDos barcos esperando el desguace bajo un cielo de plomo y al lado unos muros vulgares con grafitis que contrastan con la dignidad de la muerte anunciada; dos casetas industriales con dos depósitos elevados en una madrugada inquietante, ambos mantenidos a distancia del suelo, preservándose de extrañas amenazas; el Deba gris reflejando ramas secas, dos grupos de árboles invernales, casi sin vida; un remanso que para nada sugiere bañarse ahí, y dónde parece difícil pescar algo. Un escaparate de luces azules, a penas más brillante que el frío de la soledad azul de la ciudad; no hay gente, hace frío, está todo mojado: también en la Plaza San Martín, también en el kiosko cerrado que evoca aquellas pistas de hielo nórdicas. Hablas de soledad y muerte, de silencio y frío, de puertas cerradas sin gente, pero sobre todo de la humedad y el agua. La evocación principal que me produce es la humedad fría: rodea los barcos en la ría, envuelve el aire de los depósitos y quizás también está dentro de ellos; es el agua del Deba y está adherida a las calles mojadas de Bergara que reflejan los edificios donde no se ve la gente... En fin, Ricardo, con eso que enseñas quizás tu ciudad no te nombre hijo predilecto, quizás no ayudas al turismo (aunque eso nunca se sabe)... pero sin duda consigues dotar de suspense y de grandeza metafísica lo cotidiano. Sospecho que tus temas son electivos casi al 100% y si un día te da por ponerte florido u optimista, seguro que al lado de casa también debes tener paisajes naturales como para caer de culo...
ResponderEliminarUn abrazo y como dice aquél, "keep painting"!
Que escena mas bella conseguida con cosas que a priori carecen de gran significado. Una magnífica acuarela. Enhorabuena!
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